El Gato Vivomuerto

Saturday, November 21, 2009

Para no perder(me) después de haber(te) perdido.



I am someone who is looking for love. Real love. Ridiculous, inconvenient, consuming, can't-live-without-each-other love.


Alguien que me llame sin ningún motivo para contarme “No sabes lo que acaba de pasar”. Alguien a quien poder llamar a medianoche para comentar lo que cada uno está viendo en la tele. Un beso en la frente. Un abrazo tibio. Una cama calientita. Alguien que camine conmigo de madrugada. Alguien que se muera por mí.

Alguien a quien poder querer sin medida, sin juegos, sin estrategia. Alguien por quien poner las manos en el fuego sin miedo. Alguien que no tema quererme, sin medida, sin juegos, sin estrategia. Sin pensar en quién tiene el poder, o quién pone las reglas.

Alguien que no tema decirme “ven” a las 2 de la mañana, porque ahí estaré.

Me he dado cuenta de que no tiene tanto que ver con reciprocidad. No tiene que ver solo con decir “¿Por qué no me das tal si yo sí?” Uno simplemente da, se entrega, y recibe feliz lo que hay. Pero eso es cuando una está segura de que hay alguien que se muere por ti, tanto o más de lo que tú te mueres por él. La inseguridad es el problema, no el egoísmo.

Y eso se puede ver únicamente con el corazón. No hay palabras, y cuando las hay solamente son un refuerzo de lo que una ya sabía.

No me molesta que seas un renegón porque me gusta esforzarme para robarte sonrisas.
No me molesta que seas un aburrido porque me divierto aburriéndome contigo.
No me molesta que odies a mis amigos porque me basta con quererlos yo.
No me molesta que no seas un “party animal” porque prefiero mil veces quedarme contigo mirando el techo.

No eres tú, soy yo.

Me hiere terriblemente darme cuenta de que te da lo mismo que yo esté o no. Me hiere que no me necesites. Que no te mueras de ganas de verme, cuanto más tiempo, mejor. Me hiere que mi teléfono suene y yo me levante sobresaltada para comprobar en segundos que no eres tú.

Y cuando sientes que hago cuentas, quisiera que entiendas que cuando una se siente vacía, escucha cada tic tac como un cristal quebrándole el corazón.

La diferencia entre mi viernes y este capítulo de S&TC, es que después de esta introspección no pasó nada extraordinario. Y yo esperé algo extraordinario. No hay nada que hacer, que Hollywood me ha malacostumbrado. Y quisiera demandar a los guionistas por daño psicológico.

Esta noche me quedaré en casa, mirando capítulos repetidos de Lost, y un dvd que compré esta tarde, ya sabiendo que nunca veré esa película contigo.

Y aun luego de haber tratado de racionalizar todo lo que siento, no puedo no sentir que de alguna manera, todo esto igual fue culpa mía.

Perdóname.

Shit Happens!


Esta es para mañana en la mañana.


Bien tela enlazar a MB. Pero esto es lo que saca una por ponerse triste. Y en honor a la adolescencia.
Chau número tres.

Monday, November 16, 2009

Gracias a Metallica, hoy te recordé.


Querido JM:

Aunque sé y admito que por lo general te recuerdo poco, debo confesarte que hoy en particular te he recordado todo el día. Hoy mi jefe se puso bien rocanrrol y me pidió un reportaje sobre Metallica.

Anduve, con tan bello motivo, por las Galerías Brasil. Escuché metal (ambiental y mental) todo el día y recordé que un día, hace muchos años y vía Messenger, me desasnaste musicalmente.

Yo, pueril cojuda, no escuchaba más que dos o tres cosas. Era una época bien fresa. Escuchaba Sabina y Víctor Jara. Quilapallún por recomendación de un buen amigo y salsa clásica en mis días de buen humor, que eran pocos.

Ojo, no estoy diciendo para nada que esa música fuera mala o poco importante. Pero sí lamento haber limitado mi oído a tan poco durante tanto tiempo.

Gracias a tus “clases” como llamamos a esas citas virtuales, descubrí por ejemplo, qué es capaz de hacer una guitarra cuando cae en las manos adecuadas. Me hiciste ver (y sobretodo escuchar) al ser más detestable del universo sacándole la mierda a una guitarra eléctrica. ¿Eso es humano? Me preguntaba al ver los dedos de Blackmore desaparecer por la velocidad de sus punteos.

También gracias a ti, supe de alguien llamado Ian Gillan. Un reconchadesumadre con un rango de voz alucinante (Tomá, Juan Diego).

Luego vino Avantasia, un par de discos realmente alucinantes. Luego Helloween. Y luego vinieron muchos, muchos más. Hasta Metallica.
Aunque no me los presentaste con el mismo afán que a los demás, los fui escuchando, descubriendo, alucinando. Y como muchos, pensé en su momento “Lo que daría por ver y escuchar esa huevada en vivo”.

Pero no escribo esto por Metallica, sino por todo lo que empecé a explorar por mí misma después de esas clasecitas de Metal.
Y yo, que soy una romántica sin remedio, fui quedándome con otras bandas. Más antiguas, o no tanto. Más suaves, más fresonas, más como yo, quizás.

Descubrí por ejemplo que Queen es La Reina, sin lugar a necias discusiones. Que Mercury, era más que “una reina”, que era un ser sobrenatural.

Que el atormentado Cobain era un verdadero genio aunque nadie sepa explicar bien por qué. Que los Beatles no estuvieron solos y que The Velvet Underground es un viaje demasiado poderoso, que por cierto, Lou Reed hizo de los ácidos un insumo artístico indispensable. Que en los días más pasteles, The Mamas and The Papas tienen poderes curativos.

Y lo que realmente lamento, mi querido JM, es que nunca escucharé un nuevo disco de ninguno de ellos. Llegué tarde a la historia, pues. Y quisiera ser capaz de compartir lo que están viviendo los fanáticos de Metallica, o lo que por ejemplo viviste tú cuando estuviste a dos metros de Deep Purple.

No sé, la verdad, si agradecerte o mandarte a la mierda. Porque si no fuera por ti, ahorita no estaría bajoneada. Y si no fuera por ti, me habría perdido de caminar esta Lima en modo videoclip, pasando los mejores momentos que he pasado conmigo misma, a solas.

La música es francamente una huevada increíble, inexplicable, mágica. Yo, con unos 20 años musicalmente perdidos por culpa mía, y de las radios limeñas también; he decidido agradecerte.
¿Sabes por qué? Porque en mi cabeza ahorita está retumbando una canción de Queen.

Labels: , ,